Alsacia

Alsacia es una tierra de múltiples facetas, desde la arenisca rosa de los Vosgos del Norte hasta los pequeños estanques del Sundgau, y siempre ha sabido seducir a los visitantes más exigentes. Tendrá donde elegir a la hora de descubrir Alsacia: adéntrese en los antiguos castillos y colinas boscosas de la Alsace bossue, siga la Ruta del Románico, déjese sorprender por los valles y montañas de la Route des Crètes, disfrute de la Route des Vins, la Route du fromage de Munster o la Route de la Carpe Frite... 

Aquí el cambio de aires está más garantizado que en ningún otro lugar. Basta con pasear por Colmar o por los muelles de Wissembourg, seguir los senderos de montaña o detenerse en una bodega de Riquewihr, o asistir a las fiestas de los pueblos para redescubrir la sutil armonía y cordialidad que han tejido durante generaciones uno de los artes de vivir más equilibrados que existen. Los caminantes se darán cuenta enseguida de que es un lugar ideal para pasear en todas las estaciones. 

Visitar Alsacia, y el Bajo Rin en particular, significa descubrir la capital europea de Estrasburgo. Pasee por las callejuelas de la Petite France, admire la famosa catedral de Estrasburgo y visite los numerosos Museos de la Ciudad, entre ellos el famoso Musée Alsacien. También puede disfrutar del ciclismo en nuestra hermosa región, con 2.500 kilómetros de rutas ciclistas. También querrá visitar una de nuestras Ciudades más pintorescas:Obernai. Los aficionados a la historia podrán descubrir los vestigios de la Edad Media en un paseo hasta el famoso Château du Haut Koenigsbourg o la Biblioteca Humanista de Sélestat. Y, por supuesto, degustar algunas variedades de uva excepcionales en un paseo por la Ruta del Vino, que comienza en el encantador pueblo de Cleebourg.